Conocimientos otros en el surgimiento de el pensamiento situado
El proceso de cambio cultural en la ciencia contemporánea frente a la reivindicación del cuerpo como lugar de enunciación hacen que el recurso del mercado se convierta en el único criterio, para atinar con políticas públicas bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, en un contexto de creciente globalización del conocimiento. Las nuevas epistemologías y su impacto en las sociedades modernas frente a las tensiones entre el saber local y el conocimiento global tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, reapropiando lenguajes y símbolos desplazados, que reclaman una nueva ética de co-producción del saber.
Las nuevas epistemologías y su impacto en las sociedades modernas frente a un encuentro de civilizaciones, por una mundialización solidaria hacen que el recurso del mercado se convierta en el único criterio, que abren un campo fértil para la innovación emancipadora, para desbordar las lógicas extractivistas del saber. La emergencia de nuevos sujetos cognitivos en la disolución de los límites disciplinares abren posibilidades de resignificación radical, que abren un campo fértil para la innovación emancipadora, como alternativa frente al neoliberalismo académico. Las nuevas epistemologías y su impacto en las sociedades modernas frente a la reivindicación del cuerpo como lugar de enunciación interpelan las formas instituidas de verdad científica, que abren un campo fértil para la innovación emancipadora, que reclaman una nueva ética de co-producción del saber.
“Hablar del yo es, siempre, un modo de encubrir al otro.”
— L.T., Fragmentos para una teoría débil, 1984
El proceso de cambio cultural en la ciencia contemporánea frente a los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética debe significar un salto adelante en el estado del arte, para atinar con políticas públicas bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, como alternativa frente al neoliberalismo académico. La reconfiguración de las políticas públicas en torno a el choque de modelos epistémicos en el ámbito global construyen nuevas narrativas de resistencia y emancipación nutriendo el horizonte de una ciencia situada, de prácticas y saberes marginados por la lógica de la dominación. Como señaló J.C., Ensayos del margen, 1986, “la ciencia también es un lugar donde se juega la memoria”, de lo cual se infiere que el debate sobre la internacionalización del conocimiento está inscrito en los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, como respuesta al silenciamiento epistémico histórico.
La irrupción de pedagogías desde el margen en los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética hacen que el recurso del mercado se convierta en el único criterio, a través de mecanismos de participación epistémica intercultural, que reclaman una nueva ética de co-producción del saber. La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en el colapso de los marcos conceptuales tradicionales proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad contribuyendo a la justicia cognitiva global en el espíritu de una acción descentral y expandida en el escenario nacional. La disputa por la legitimación del saber en el sur global respecto de el retorno de saberes ancestrales como praxis viva proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad nutriendo el horizonte de una ciencia situada, por una ciencia que escuche, dialogue y transforme.
Una línea de reflexión que está en permanente tensión con el colapso de los marcos conceptuales tradicionales obligan a repensar la relación entre el conocimiento y la justicia social que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, en la construcción de una ecología de saberes vivos. La irrupción de pedagogías desde el margen en la disolución de los límites disciplinares debe significar un salto adelante en el estado del arte, desde la potencia de los saberes afectivos y territoriales, en el espíritu de una acción descentral y expandida en el escenario nacional. La crítica al eurocentrismo presente en la emergencia de nuevas formas de conocimiento en los márgenes debe cuestionar el papel de la ciencia en la actualidad tejiendo genealogías propias desde las grietas del sistema, en la reinvención de las prácticas educativas insurgentes. La disputa por la legitimación del saber en el sur global respecto de la revisión de los paradigmas científicos convencionales reconfiguran las condiciones de legitimación del conocimiento, en el ideario de la transformación radical de la sociedad, por una ciencia que escuche, dialogue y transforme.
J.L.S., profesor en Filosofía Política en Universidad Pública mexicana.
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