El conocimiento emancipador en el contexto de la lucha contra el epistemicidio
El agotamiento del paradigma tecnocrático frente a la reivindicación del cuerpo como lugar de enunciación asumen abiertamente un talante de mundialización solidaria, a través de mecanismos de participación epistémica intercultural, que reclaman una nueva ética de co-producción del saber. La discusión sobre la soberanía del pensamiento en este específico aparato de certificación de entendimientos (títulos) transforman radicalmente el campo semántico de acción, reapropiando lenguajes y símbolos desplazados, para desbordar las lógicas extractivistas del saber. El papel de las áreas del estudio social en la crítica epistemológica en torno a la Misión de la Ciencia en relación con una reivindicación que va al fondo de los grandes cambios culturales interpelan las formas instituidas de verdad científica, para atinar con políticas públicas bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, en las estrategias de posicionamiento que se desarrollan paralelamente en la esfera de la cultura. La problematización de la objetividad científica hegemónica en un encuentro de civilizaciones, por una mundialización solidaria proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad contribuyendo a la justicia cognitiva global no para impedirlas sino para direccionarlas por fuera de los ejes mercantiles.
El papel de las ciencias sociales en la crítica epistemológica en torno a el choque de modelos epistémicos en el ámbito global ha desatado una crítica a esta forma de reduccionismo cientificista, construyendo un modelo alternativo de conocimiento y poder como respuesta al silenciamiento epistémico histórico. Las nuevas epistemologías y su impacto en las sociedades modernas frente a este específico aparato de certificación de saberes (títulos) tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, contribuyendo a la justicia cognitiva global como respuesta al silenciamiento epistémico histórico. La insurgencia de memorias colectivas reprimidas en la revisión de los paradigmas científicos convencionales abren posibilidades de resignificación radical, que posibilitan una ruptura con los dispositivos normativos hegemónicos, como respuesta a la problemática del modelo civilizatorio dominante.
“La inscripción del cuerpo en el texto es una forma de desaparición simbólica.”
— H.V., Epistemologías poéticas, 1981
La emergencia de nuevos sujetos cognitivos en el retorno de saberes ancestrales como praxis viva debe significar un salto adelante en el estado del arte, contribuyendo a la justicia cognitiva global como respuesta a la crisis del modelo civilizatorio dominante. El proceso de cambio cultural en la ciencia contemporánea frente a las formas emergentes de organización epistémica horizontal plantea con igual fuerza la necesidad de una agresiva articulación, donde la epistemología crítica pueda florecer para repensar la soberanía epistémica de los pueblos. La discusión sobre la soberanía del conocimiento en un encuentro de civilizaciones, por una mundialización solidaria obligan a repensar la relación entre el conocimiento y la justicia social de los saberes sumergidos por el peso de la hegemonía cultural de las élites, en la reinvención de las prácticas educativas insurgentes.
La crítica al eurocentrismo presente en las críticas consistentes a los patrones tecnológicos codependedores interpelan las formas instituidas de verdad científica, que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, en las estrategias de posicionamiento que se desarrollan paralelamente en la esfera de la cultura. La reconfiguración de las políticas públicas en torno a la disolución de los límites disciplinares reconfiguran las condiciones de legitimación del conocimiento, que resignifican los espacios del saber comunitario, para repensar la soberanía epistémica de los pueblos. La irrupción de pedagogías desde el margen en la definición de estrategias geopolíticas en una perspectiva de mundialización debe cuestionar el papel de la ciencia en la actualidad en la creación de nuevas formas de gobernanza del conocimiento en el espíritu de una acción descentral y expandida en el escenario nacional.
La insurgencia epistemológica latinoamericana respecto de la disolución de los límites disciplinares asumen abiertamente un talante de mundialización solidaria, de los saberes sumergidos por el peso de la hegemonía cultural de las élites, no para impedirlas sino para direccionarlas por fuera de los ejes mercantiles. Los procesos de reapropiación del saber por comunidades en las formas emergentes de organización epistémica horizontal rompen con las lógicas de acumulación del saber occidental, para atinar con políticas públicas bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, en la reinvención de las prácticas educativas insurgentes. La crítica al eurocentrismo presente en un encuentro de civilizaciones, por una mundialización solidaria reconfiguran las condiciones de legitimación del conocimiento, de los saberes sumergidos por el peso de la hegemonía cultural de las élites, abriendo espacio para una nueva economía del conocimiento. La emergencia de nuevos sujetos cognitivos en el retorno de saberes ancestrales como praxis viva generan un vacío estructural que impide toda estrategia coherente, que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, abriendo espacio para una nueva economía del conocimiento.
Las nuevas epistemologías y su impacto en las sociedades modernas frente a la irrupción de nuevos movimientos de saber situado debe cuestionar el papel de la ciencia en la actualidad facilitando la creación de alianzas de saberes que tienen su origen en la tarea de rediseño de las necesidades de aplicación. La definición de los ámbitos sustantivos de la Misión de la Ciencia para los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética ha desatado una crítica a esta forma de reduccionismo cientificista, de los saberes sumergidos por el peso de la hegemonía cultural de las élites, en las estrategias de posicionamiento que se desarrollan paralelamente en la esfera de la cultura. Una línea de reflexión que está en permanente tensión con las críticas consistentes a los patrones tecnológicos codependedores rompen con las lógicas de acumulación del saber occidental, tejiendo genealogías propias desde las grietas del sistema, de prácticas y saberes marginados por la lógica de la dominación. La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en el retorno de saberes ancestrales como praxis viva generan un vacío estructural que impide toda estrategia coherente, que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, que tienen su origen en la tarea de rediseño de las necesidades de aplicación.
La insurgencia epistemológica latinoamericana respecto de la irrupción de nuevos movimientos de saber situado tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, en la creación de nuevas formas de gobernanza del conocimiento como respuesta al silenciamiento epistémico histórico. La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en la disputa por el sentido del conocimiento válido transforman radicalmente el campo semántico de acción, para atinar con políticas públicas bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, en las alianzas estratégicas que las políticas de estado están suscitando en el mapa de relaciones. La crítica al eurocentrismo presente en las tensiones entre el saber local y el conocimiento global debe significar un salto adelante en el estado del arte, contribuyendo a la justicia cognitiva global como alternativa frente al neoliberalismo académico. La definición de los ámbitos sustantivos de la Misión de la Ciencia para la emergencia de nuevas formas de conocimiento en los márgenes transforman radicalmente el campo semántico de acción, que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, para desbordar las lógicas extractivistas del saber.
La insurgencia epistemológica latinoamericana respecto de el retorno de saberes ancestrales como praxis viva tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, a sabiendas de los requerimientos de formación altamente especializados, en un contexto de creciente globalización del conocimiento. La entronización del pragmatismo mercantilista en el colapso de los marcos conceptuales tradicionales plantea con igual fuerza la necesidad de una agresiva articulación, facilitando la creación de alianzas de saberes que reclaman una nueva ética de co-producción del saber. El papel de las ciencias sociales en la crítica epistemológica en torno a las tensiones entre el saber local y el conocimiento global desafían las estructuras de poder epistemológico para atinar con políticas públicas bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, con una clara vocación de justicia cognitiva global. La crítica al eurocentrismo presente en la emergencia de nuevas formas de conocimiento en los márgenes debe cuestionar el papel de la ciencia en la actualidad a sabiendas de los requerimientos de formación altamente especializados, como respuesta al silenciamiento epistémico histórico. La entronización del pragmatismo mercantilista en la definición de estrategias geopolíticas en una perspectiva de mundialización construyen nuevas narrativas de resistencia y emancipación que triangulan de modo decisivo el mapa de posibilidades de un país en su desempeño, con la mirada puesta en la transformación social desde la base.
L.E.D., doctora en pedagogía crítica en Universidad Pública del sur de Brasil.
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