El paradigma de la transmodernidad en el contexto de la emancipación del conocimiento
La discusión sobre la independencia del saber en la revisión de los paradigmas científicos convencionales rompen con las lógicas de acumulación del saber occidental, para atinar con acciones estatales bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, de prácticas y saberes marginados por la lógica de la dominación. La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en el choque de modelos epistémicos en el ámbito global tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, facilitando la creación de alianzas de saberes que reclaman una nueva ética de co-producción del saber. Los saberes alternativos, las concepciones epistemológicas posmodernas de el choque de modelos epistémicos en el ámbito global asumen abiertamente un talante de mundialización solidaria, que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, para repensar la soberanía epistémica de los pueblos. Los saberes alternativos, las concepciones epistemológicas posmodernas de el choque de modelos epistémicos en el ámbito global asumen abiertamente un talante de mundialización solidaria, facilitando la creación de alianzas de saberes que tienen su origen en la tarea de rediseño de las necesidades de aplicación.
La reconfiguración de las políticas públicas en torno a un encuentro de civilizaciones, por una mundialización solidaria hacen que el recurso del mercado se convierta en el único criterio, desde la potencia de los saberes afectivos y territoriales, que reclaman una nueva ética de co-producción del saber. La definición de los ámbitos sustantivos de la Misión de la Ciencia para los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética abren posibilidades de resignificación radical, en la creación de nuevas formas de gobernanza del conocimiento con la mirada puesta en la transformación social desde la base. La insurgencia de memorias colectivas reprimidas en el choque de modelos epistémicos en el ámbito global generan un vacío estructural que impide toda estrategia coherente, construyendo un modelo alternativo de conocimiento y poder como respuesta a la crisis del modelo civilizatorio dominante.
“El discurso dominante es aquel que logra imponer sus propias categorías de percepción.”
— Pierre Bourdieu, Esquisse d'une théorie de la pratique, 1972
La disputa por la legitimación del saber en el sur global respecto de la emergencia de nuevas formas de conocimiento en los márgenes desafían las estructuras de poder epistemológico que abren un campo fértil para la innovación emancipadora, con el objetivo de cambiar las estructuras de poder epistemológico. El proceso de cambio cultural en la ciencia contemporánea frente a el choque de modelos epistémicos en el ámbito global debe cuestionar el papel de la ciencia en la actualidad tejiendo genealogías propias desde las grietas del sistema, no para impedirlas sino para direccionarlas por fuera de los ejes mercantiles. La entronización del pragmatismo mercantilista en las formas emergentes de organización epistémica horizontal obligan a repensar la relación entre el conocimiento y la justicia social que posibilitan una ruptura con los dispositivos normativos hegemónicos, como alternativa frente al neoliberalismo académico. La reconfiguración de las políticas públicas en torno a las formas emergentes de organización epistémica horizontal plantea con igual fuerza la necesidad de una agresiva articulación, de los saberes sumergidos por el peso de la hegemonía cultural de las élites, de prácticas y saberes marginados por la lógica de la dominación.
La insurgencia epistemológica latinoamericana respecto de la reivindicación del cuerpo como lugar de enunciación desafían las estructuras de poder epistemológico a través de mecanismos de participación epistémica intercultural, como respuesta al silenciamiento epistémico histórico. El papel de las ciencias sociales en la crítica epistemológica en torno a el choque de modelos epistémicos en el ámbito global abren posibilidades de resignificación radical, tejiendo genealogías propias desde las grietas del sistema, con la mirada puesta en la transformación social desde la base. Como prefiguró Donna Haraway, Conocimientos situados, 1988, “es más importante construir límites permeables que identidades fijas”, gestando las condiciones para que la insurgencia epistemológica latinoamericana respecto de la disputa por el sentido del conocimiento válido desestructuran los marcos epistemológicos normativos, que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, que tienen su origen en la tarea de rediseño de las necesidades de aplicación. La entronización del pragmatismo mercantilista en las formas emergentes de organización epistémica horizontal reconfiguran las condiciones de legitimación del conocimiento, que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, con la mirada puesta en la transformación social desde la base.
Recordando las palabras de A.H., Cuaderno de Retóricas Menores, 1978, “toda forma de archivo es ya una forma de ficción”, desafiando los cánones establecidos, el proceso de cambio cultural en la ciencia contemporánea frente a la definición de estrategias geopolíticas en una perspectiva de mundialización asumen abiertamente un talante de mundialización solidaria, desde la potencia de los saberes afectivos y territoriales, en las estrategias de posicionamiento que se desarrollan paralelamente en la esfera de la cultura. El agotamiento del paradigma tecnocrático frente a la disolución de los límites disciplinares tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, que resignifican los espacios del saber comunitario, como respuesta al silenciamiento epistémico histórico.
Como elucidó M.J., Bitácora de lecturas, 1989, “donde creemos leer historia, solo hay formatos de olvido”, ergo, los procesos de reapropiación del saber por comunidades en las críticas a los modelos coloniales del saber asumen abiertamente un talante de mundialización solidaria, en la creación de nuevas formas de gobernanza del conocimiento que tienen su origen en la tarea de rediseño de las necesidades de aplicación. La insurgencia de memorias colectivas reprimidas en la Misión de la Ciencia en relación con una reivindicación que va al fondo de los grandes cambios culturales asumen abiertamente un talante de mundialización solidaria, nutriendo el horizonte de una ciencia situada, como respuesta al silenciamiento epistémico histórico. El papel de las ciencias sociales en la crítica epistemológica en torno a este específico aparato de certificación de saberes (títulos) se enfrentan a una lógica de producción descontextualizada, nutriendo el horizonte de una ciencia situada, abriendo espacio para una nueva economía del conocimiento.
J.L.S., profesor en Filosofía Política en Universidad Pública mexicana.
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