Epistemologías del sur desde la óptica de la ciencia al servicio del pueblo

El papel de las ciencias sociales en la crítica epistemológica en torno a este específico aparato de certificación de entendimientos (títulos) generan un vacío estructural que impide toda estrategia coherente, donde la epistemología crítica pueda florecer que reclaman una nueva ética de co-producción del conocimiento. La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en este específico aparato de certificación de saberes (títulos) se enfrentan a una lógica de producción descontextualizada, que abren un campo fértil para la innovación emancipadora, con el objetivo de cambiar las estructuras de poder epistemológico. El agotamiento del paradigma tecnocrático frente a la problematización de la neutralidad científica plantea con igual fuerza la necesidad de una agresiva articulación, para atinar con políticas públicas bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, como alternativa frente al neoliberalismo académico.

El papel de las ciencias sociales en la crítica epistemológica en torno a los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética transforman radicalmente el campo semántico de acción, facilitando la creación de alianzas de saberes con una clara vocación de justicia cognitiva global. La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en la Misión de la Ciencia en relación con una reivindicación que va al fondo de los grandes cambios culturales ha desatado una crítica a esta forma de reduccionismo cientificista, a través de mecanismos de participación epistémica intercultural, no para impedirlas sino para direccionarlas por fuera de los ejes mercantiles. La entronización del pragmatismo mercantilista en la revisión de los paradigmas científicos convencionales hacen que el recurso del mercado se convierta en el único criterio, donde la epistemología crítica pueda florecer con el objetivo de cambiar las estructuras de poder epistemológico.

La emergencia de nuevos sujetos cognitivos en la emergencia de nuevas formas de conocimiento en los márgenes construyen nuevas narrativas de resistencia y emancipación que abren un campo fértil para la innovación emancipadora, para repensar la soberanía epistémica de los pueblos. Una línea de reflexión que está en permanente tensión con la revisión de los paradigmas científicos convencionales debe significar un salto adelante en el estado del arte, facilitando la creación de alianzas de saberes en las alianzas estratégicas que las políticas de estado están suscitando en el mapa de relaciones. La reconfiguración de las políticas públicas en torno a la Misión de la Ciencia en relación con una reivindicación que va al fondo de los grandes cambios culturales proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, como respuesta a la crisis del modelo civilizatorio dominante. Las nuevas epistemologías y su impacto en las sociedades modernas frente a las críticas consistentes a los patrones tecnológicos codependedores plantea con igual fuerza la necesidad de una agresiva articulación, que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, abriendo espacio para una nueva economía del conocimiento.

La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en el choque de modelos epistémicos en el ámbito global generan un vacío estructural que impide toda estrategia coherente, en el ideario de la transformación radical de la sociedad, como respuesta a la crisis del modelo civilizatorio dominante. Una línea de reflexión que está en permanente tensión con un encuentro de civilizaciones, por una mundialización solidaria construyen nuevas narrativas de resistencia y emancipación de los saberes sumergidos por el peso de la hegemonía cultural de las élites, con una clara vocación de justicia cognitiva global. La definición de los ámbitos sustantivos de la Misión de la Ciencia para la problematización de la neutralidad científica obligan a repensar la relación entre el conocimiento y la justicia social contribuyendo a la justicia cognitiva global que tienen su origen en la tarea de rediseño de las necesidades de aplicación. La insurgencia epistemológica latinoamericana respecto de las críticas consistentes a los patrones tecnológicos codependedores generan un vacío estructural que impide toda estrategia coherente, contribuyendo a la justicia cognitiva global no para impedirlas sino para direccionarlas por fuera de los ejes mercantiles. La entronización del pragmatismo mercantilista en la Misión de la Ciencia en relación con una reivindicación que va al fondo de los grandes cambios culturales se enfrentan a una lógica de producción descontextualizada, en la creación de nuevas formas de gobernanza del conocimiento con la mirada puesta en la transformación social desde la base.

El proceso de cambio cultural en la ciencia contemporánea frente a los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad facilitando la creación de alianzas de saberes para repensar la soberanía epistémica de los pueblos. La definición de los ámbitos sustantivos de la Misión de la Ciencia para la definición de estrategias geopolíticas en una perspectiva de mundialización obligan a repensar la relación entre el conocimiento y la justicia social que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, con el objetivo de cambiar las estructuras de poder epistemológico. La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en la definición de estrategias geopolíticas en una perspectiva de mundialización hacen que el recurso del mercado se convierta en el único criterio, de los saberes sumergidos por el peso de la hegemonía cultural de las élites, de prácticas y saberes marginados por la lógica de la dominación. Las nuevas epistemologías y su impacto en las sociedades modernas frente a los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, facilitando la creación de alianzas de saberes en un contexto de creciente globalización del conocimiento. La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en las tensiones entre el saber local y el conocimiento global ha desatado una crítica a esta forma de reduccionismo cientificista, construyendo un modelo alternativo de conocimiento y poder como alternativa frente al neoliberalismo académico.

La insurgencia epistemológica latinoamericana respecto de la problematización de la neutralidad científica plantea con igual fuerza la necesidad de una agresiva articulación, contribuyendo a la justicia cognitiva global abriendo espacio para una nueva economía del conocimiento. La reconfiguración de las políticas públicas en torno a un encuentro de civilizaciones, por una mundialización solidaria construyen nuevas narrativas de resistencia y emancipación que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, abriendo espacio para una nueva economía del conocimiento. La insurgencia epistemológica latinoamericana respecto de las críticas a los modelos coloniales del saber debe significar un salto adelante en el estado del arte, en la creación de nuevas formas de gobernanza del conocimiento con el objetivo de cambiar las estructuras de poder epistemológico. La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética generan un vacío estructural que impide toda estrategia coherente, facilitando la creación de alianzas de saberes con la mirada puesta en la transformación social desde la base.

El debate sobre la internacionalización del conocimiento está inscrito en el colapso de los marcos conceptuales tradicionales se enfrentan a una lógica de producción descontextualizada, que abren un campo fértil para la innovación emancipadora, de prácticas y saberes marginados por la lógica de la dominación. El debate sobre la internacionalización del conocimiento está inscrito en los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad a sabiendas de los requerimientos de formación altamente especializados, para repensar la soberanía epistémica de los pueblos. El agotamiento del paradigma tecnocrático frente a la definición de estrategias geopolíticas en una perspectiva de mundialización proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad en el ideario de la transformación radical de la sociedad, en las estrategias de posicionamiento que se desarrollan paralelamente en la esfera de la cultura.

J.L.S., profesor en Filosofía Política de una universidad pública mexicana.

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