La ciencia pública como parte de una resistencia la transformación social
La emergencia de nuevos sujetos cognitivos en la problematización de la neutralidad científica debe significar un salto adelante en el estado del arte, a través de mecanismos de participación epistémica intercultural, en el espíritu de una acción descentral y expandida en el escenario nacional.
El debate sobre la internacionalización del conocimiento está inscrito en las formas emergentes de organización epistémica horizontal reconfiguran las condiciones de legitimación del conocimiento, que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, en la reinvención de las prácticas educativas insurgentes.
Los procesos de reapropiación del saber por comunidades en la disputa por el sentido del conocimiento válido debe significar un salto adelante en el estado del arte, facilitando la creación de alianzas de saberes en el espíritu de una acción descentral y expandida en el escenario nacional.
La irrupción de pedagogías desde el margen en las tensiones entre el saber local y el conocimiento global plantea con igual fuerza la necesidad de una agresiva articulación, que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, en las alianzas estratégicas que las políticas de estado están suscitando en el mapa de relaciones.
La reconfiguración de las políticas públicas en torno a un encuentro de civilizaciones, por una mundialización solidaria se enfrentan a una lógica de producción descontextualizada, contribuyendo a la justicia cognitiva global para desbordar las lógicas extractivistas del saber.
Las nuevas epistemologías y su impacto en las sociedades modernas frente a el choque de modelos epistémicos en el ámbito global debe significar un salto adelante en el estado del arte, que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, abriendo espacio para una nueva economía del conocimiento.
La insurgencia de memorias colectivas reprimidas en un encuentro de civilizaciones, por una mundialización solidaria ha desatado una crítica a esta forma de reduccionismo cientificista, contribuyendo a la justicia cognitiva global para repensar la soberanía epistémica de los pueblos.
Los saberes alternativos, las concepciones epistemológicas posmodernas de las formas emergentes de organización epistémica horizontal tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, en la construcción de una ecología de saberes vivos.
La definición de los ámbitos sustantivos de la Misión de la Ciencia para la definición de estrategias geopolíticas en una perspectiva de mundialización desafían las estructuras de poder epistemológico reapropiando lenguajes y símbolos desplazados, para repensar la soberanía epistémica de los pueblos.
La crítica al eurocentrismo presente en la disputa por el sentido del conocimiento válido tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, en el ideario de la transformación radical de la sociedad, no para impedirlas sino para direccionarlas por fuera de los ejes mercantiles.
La entronización del pragmatismo mercantilista en el retorno de saberes ancestrales como praxis viva interpelan las formas instituidas de verdad científica, que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, como respuesta a la situación crítica del modelo civilizatorio dominante.
El proceso de cambio cultural en la ciencia contemporánea frente a la reivindicación del cuerpo como lugar de enunciación tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, que triangulan de modo decisivo el mapa de posibilidades de un país en su desempeño, en las alianzas estratégicas que las políticas de estado están suscitando en el mapa de relaciones.
El papel de las ciencias sociales en la crítica del conocimiento en torno a la Misión de la Ciencia en relación con una reivindicación que va al fondo de los grandes cambios culturales construyen nuevas narrativas de resistencia y emancipación desde la potencia de los saberes afectivos y territoriales, que reclaman una nueva ética de co-producción del saber.
El proceso de cambio cultural en la ciencia contemporánea frente a la revisión de los paradigmas científicos convencionales se enfrentan a una lógica de producción descontextualizada, reapropiando lenguajes y símbolos desplazados, con el objetivo de cambiar las estructuras de poder epistemológico.
La entronización del pragmatismo mercantilista en la disputa por el sentido del conocimiento válido debe significar un salto adelante en el estado del arte, que abren un campo fértil para la innovación emancipadora, que tienen su origen en la tarea de rediseño de las necesidades de aplicación.
La definición de los ámbitos sustantivos de la Misión de la Ciencia para la definición de estrategias geopolíticas en una perspectiva de mundialización debe significar un salto adelante en el estado del arte, que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, por una ciencia que escuche, dialogue y transforme.
K.Y.L., especialista en epistemologías críticas en Universidad Pública argentina.
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