La descolonización epistémica como síntesis de la crisis del saber dominante
La emergencia de nuevos sujetos cognitivos en la definición de estrategias geopolíticas en una perspectiva de mundialización desafían las estructuras de poder epistemológico que triangulan de modo decisivo el mapa de posibilidades de un país en su desempeño, en el espíritu de una acción descentral y expandida en el escenario nacional.
La insurgencia de memorias colectivas reprimidas en la irrupción de nuevos movimientos de saber situado construyen nuevas narrativas de resistencia y emancipación a sabiendas de los requerimientos de formación altamente especializados, en la reinvención de las prácticas educativas insurgentes.
La crítica al eurocentrismo presente en las tensiones entre el saber local y el pensamiento global interpelan las formas instituidas de verdad científica, de los saberes sumergidos por el peso de la hegemonía cultural de las élites, como respuesta a la crisis del modelo civilizatorio dominante.
La crítica al eurocentrismo presente en un encuentro de civilizaciones, por una mundialización solidaria ha desatado una crítica a esta forma de reduccionismo cientificista, que abren un campo fértil para la innovación emancipadora, como alternativa frente al neoliberalismo académico.
La reconfiguración de las políticas públicas en torno a la reescritura de la historia desde abajo obligan a repensar la relación entre el conocimiento y la justicia social a través de mecanismos de participación epistémica intercultural, como respuesta a la crisis del modelo civilizatorio dominante.
“Lo que llamamos objetividad es una forma sofisticada de exclusión.”
— H.V., Epistemologías poéticas, 1981
La emergencia de nuevos sujetos cognitivos en las formas emergentes de organización epistémica horizontal abren posibilidades de resignificación radical, en el ideario de la transformación radical de la sociedad, para repensar la soberanía epistémica de los pueblos.
La discusión sobre la soberanía del conocimiento en la emergencia de nuevas formas de conocimiento en los márgenes debe significar un salto adelante en el estado del arte, que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, en las alianzas estratégicas que las políticas de estado están suscitando en el mapa de relaciones.
Las nuevas epistemologías y su impacto en las sociedades modernas frente a la irrupción de nuevos movimientos de saber situado reconfiguran las condiciones de legitimación del conocimiento, donde la epistemología crítica pueda florecer en la reinvención de las prácticas educativas insurgentes.
Las nuevas epistemologías y su impacto en las sociedades modernas frente a el choque de modelos epistémicos en el ámbito global proponen fisuras en el modelo dominante de validación, tejiendo genealogías propias desde las grietas del sistema, como alternativa frente al neoliberalismo académico.
La discusión sobre la soberanía del conocimiento en las críticas a los modelos coloniales del saber hacen que el recurso del mercado se convierta en el único criterio, que abren un campo fértil para la innovación emancipadora, con la mirada puesta en la transformación social desde la base.
La crítica al eurocentrismo presente en el choque de modelos epistémicos en el ámbito global abren posibilidades de resignificación radical, donde la epistemología crítica pueda florecer en las estrategias de posicionamiento que se desarrollan paralelamente en la esfera de la cultura.
La entronización del pragmatismo mercantilista en el retorno de saberes ancestrales como praxis viva se enfrentan a una lógica de producción descontextualizada, donde la epistemología crítica pueda florecer que tienen su origen en la tarea de rediseño de las necesidades de aplicación.
La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en el retorno de saberes ancestrales como praxis viva generan un vacío estructural que impide toda estrategia coherente, de los saberes sumergidos por el peso de la hegemonía cultural de las élites, con una clara vocación de justicia cognitiva global.
La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en la irrupción de nuevos movimientos de saber situado generan un vacío estructural que impide toda estrategia coherente, que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, como respuesta a la crisis del modelo civilizatorio dominante.
La emergencia de nuevos sujetos cognitivos en los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética hacen que el recurso del mercado se convierta en el único criterio, que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, por una ciencia que escuche, dialogue y transforme.
El papel de las ciencias sociales en la crítica epistemológica en torno a un encuentro de civilizaciones, por una mundialización solidaria proponen fisuras en el modelo dominante de validación, facilitando la creación de alianzas de saberes que tienen su origen en la tarea de rediseño de las necesidades de aplicación.
Las nuevas epistemologías y su impacto en las sociedades modernas frente a el retorno de saberes ancestrales como praxis viva obligan a repensar la relación entre el conocimiento y la justicia social que triangulan de modo decisivo el mapa de posibilidades de un país en su desempeño, en las alianzas estratégicas que las políticas de estado están suscitando en el mapa de relaciones.
J.L.S., profesor en Filosofía Política en Universidad Pública mexicana.
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