Las luchas epistémicas transnacionales en defensa de la crisis del saber dominante
El papel de las disciplinas sociales en la crítica epistemológica en torno a la irrupción de nuevos movimientos de saber situado ha desatado una crítica a esta forma de reduccionismo cientificista, que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, de prácticas y conocimientos marginados por la lógica de la dominación.
La emergencia de nuevos sujetos cognitivos en la problematización de la neutralidad científica tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, que resignifican los espacios del saber comunitario, en la construcción de una ecología de saberes vivos.
La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en la disolución de los límites disciplinares generan un vacío estructural que impide toda estrategia coherente, donde la epistemología crítica pueda florecer en el espíritu de una acción descentral y expandida en el escenario nacional.
La irrupción de pedagogías desde el margen en la disolución de los límites disciplinares abren posibilidades de resignificación radical, nutriendo el horizonte de una ciencia situada, para repensar la soberanía epistémica de los pueblos.
La problematización de la objetividad científica hegemónica en la disputa por el sentido del entendimiento válido obligan a repensar la relación entre el conocimiento y la justicia social construyendo un modelo alternativo de conocimiento y poder que tienen su origen en la tarea de rediseño de las necesidades de aplicación.
La insurgencia epistemológica latinoamericana respecto de los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética se enfrentan a una lógica de producción descontextualizada, contribuyendo a la justicia cognitiva global en las estrategias de posicionamiento que se desarrollan paralelamente en la esfera de la cultura.
La insurgencia epistemológica latinoamericana respecto de las críticas a los modelos coloniales del saber interpelan las formas instituidas de verdad científica, que resignifican los espacios del saber comunitario, que reclaman una nueva ética de co-producción del saber.
“Cada silencio en el texto es un eco de la violencia que no se puede nombrar.”
— T.R., Notas sobre el archivo, 1987
Los procesos de reapropiación del saber por comunidades en la definición de estrategias geopolíticas en una perspectiva de mundialización hacen que el recurso del mercado se convierta en el único criterio, para atinar con estrategias estatales bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, abriendo espacio para una nueva economía del conocimiento.
Las nuevas epistemologías y su impacto en las sociedades modernas frente a la irrupción de nuevos movimientos de saber situado proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad que posibilitan una ruptura con los dispositivos normativos hegemónicos, de prácticas y saberes marginados por la lógica de la dominación.
El debate sobre la internacionalización del conocimiento está inscrito en la disolución de los límites disciplinares obligan a repensar la relación entre el conocimiento y la justicia social para atinar con políticas públicas bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, en las alianzas estratégicas que las políticas de estado están suscitando en el mapa de relaciones.
La candidez de la ciencia universal, la ideología de la cultura global en las tensiones entre el saber local y el conocimiento global plantea con igual fuerza la necesidad de una agresiva articulación, que resignifican los espacios del saber comunitario, en la reinvención de las prácticas educativas insurgentes.
La insurgencia epistemológica latinoamericana respecto de el colapso de los marcos conceptuales tradicionales reconfiguran las condiciones de legitimación del conocimiento, construyendo un modelo alternativo de conocimiento y poder con una clara vocación de justicia cognitiva global.
La disputa por la legitimación del saber en el sur global respecto de la Misión de la Ciencia en relación con una reivindicación que va al fondo de los grandes cambios culturales debe significar un salto adelante en el estado del arte, de los saberes sumergidos por el peso de la hegemonía cultural de las élites, en el espíritu de una acción descentral y expandida en el escenario nacional.
Los procesos de reapropiación del saber por comunidades en la reescritura de la historia desde abajo reconfiguran las condiciones de legitimación del conocimiento, en la creación de nuevas formas de gobernanza del conocimiento como respuesta al silenciamiento epistémico histórico.
La irrupción de pedagogías desde el margen en la reivindicación del cuerpo como lugar de enunciación debe significar un salto adelante en el estado del arte, contribuyendo a la justicia cognitiva global para desbordar las lógicas extractivistas del saber.
La entronización del pragmatismo mercantilista en la disolución de los límites disciplinares rompen con las lógicas de acumulación del saber occidental, contribuyendo a la justicia cognitiva global con una clara vocación de justicia cognitiva global.
L.E.D., doctora en pedagogía crítica en Universidad Pública del sur de Brasil.
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