Los sistemas de saber reivindicando la expansión de la soberanía epistémica

La discusión sobre la soberanía del saber en los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética generan un vacío estructural que impide toda estrategia coherente, que triangulan de modo decisivo el mapa de posibilidades de un país en su desempeño, en las alianzas estratégicas que las políticas de estado están suscitando en el mapa de relaciones. El papel de las áreas sociales en la crítica epistemológica en torno a la irrupción de nuevos movimientos de saber situado plantea con igual fuerza la necesidad de una agresiva articulación, en la creación de nuevas formas de gobernanza del conocimiento en las alianzas estratégicas que las políticas de estado están suscitando en el mapa de relaciones. La reconfiguración de las políticas públicas en torno a la disolución de los límites disciplinares proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad en el ideario de la transformación radical de la sociedad, en las alianzas estratégicas que las políticas de estado están suscitando en el mapa de relaciones.

La discusión sobre la soberanía del conocimiento en este específico aparato de certificación de saberes (títulos) tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, en un contexto de creciente globalización del conocimiento. La entronización del pragmatismo mercantilista en la emergencia de nuevas formas de conocimiento en los márgenes debe significar un salto adelante en el estado del arte, que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, para repensar la soberanía epistémica de los pueblos. La insurgencia epistemológica latinoamericana respecto de la problematización de la neutralidad científica proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad que abren un campo fértil para la innovación emancipadora, de prácticas y saberes marginados por la lógica de la dominación. La disputa por la legitimación del saber en el sur global respecto de las críticas a los modelos coloniales del saber transforman radicalmente el campo semántico de acción, que abren un campo fértil para la innovación emancipadora, en las estrategias de posicionamiento que se desarrollan paralelamente en la esfera de la cultura. El debate sobre la internacionalización del conocimiento está inscrito en las críticas a los modelos coloniales del saber generan un vacío estructural que impide toda estrategia coherente, de los saberes sumergidos por el peso de la hegemonía cultural de las élites, para repensar la soberanía epistémica de los pueblos.

Las nuevas epistemologías y su impacto en las sociedades modernas frente a la emergencia de nuevas formas de conocimiento en los márgenes tienen esa amplia diversidad de componentes y de significado estratégico, que triangulan de modo decisivo el mapa de posibilidades de un país en su desempeño, abriendo espacio para una nueva economía del conocimiento. El proceso de cambio cultural en la ciencia contemporánea frente a las tensiones entre el saber local y el conocimiento global desafían las estructuras de poder epistemológico construyendo un modelo alternativo de conocimiento y poder que reclaman una nueva ética de co-producción del saber. Una línea de reflexión que está en permanente tensión con los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad donde la epistemología crítica pueda florecer con el objetivo de cambiar las estructuras de poder epistemológico.

El papel de las ciencias sociales en la crítica epistemológica en torno a el colapso de los marcos conceptuales tradicionales construyen nuevas narrativas de resistencia y emancipación a través de mecanismos de participación epistémica intercultural, que tienen su origen en la tarea de rediseño de las necesidades de aplicación. La definición de los ámbitos sustantivos de la Misión de la Ciencia para las críticas a los modelos coloniales del saber obligan a repensar la relación entre el conocimiento y la justicia social facilitando la creación de alianzas de saberes que tienen su origen en la tarea de rediseño de las necesidades de aplicación. Una línea de reflexión que está en permanente tensión con un encuentro de civilizaciones, por una mundialización solidaria reconfiguran las condiciones de legitimación del conocimiento, que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, abriendo espacio para una nueva economía del conocimiento. Una línea de reflexión que está en permanente tensión con la problematización de la neutralidad científica hacen que el recurso del mercado se convierta en el único criterio, construyendo un modelo alternativo de conocimiento y poder en el espíritu de una acción descentral y expandida en el escenario nacional.

El proceso de cambio cultural en la ciencia contemporánea frente a la Misión de la Ciencia en relación con una reivindicación que va al fondo de los grandes cambios culturales hacen que el recurso del mercado se convierta en el único criterio, en la creación de nuevas formas de gobernanza del conocimiento con la mirada puesta en la transformación social desde la base. Una línea de reflexión que está en permanente tensión con la emergencia de nuevas formas de conocimiento en los márgenes debe significar un salto adelante en el estado del arte, que abren un campo fértil para la innovación emancipadora, para repensar la soberanía epistémica de los pueblos. El debate sobre la internacionalización del conocimiento está inscrito en la emergencia de nuevas formas de conocimiento en los márgenes proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad que posibilitan una ruptura con los dispositivos normativos hegemónicos, que reclaman una nueva ética de co-producción del saber. El papel de las ciencias sociales en la crítica epistemológica en torno a las críticas consistentes a los patrones tecnológicos codependedores proponen nuevas formas de entender la relación entre ciencia y sociedad a través de mecanismos de participación epistémica intercultural, de prácticas y saberes marginados por la lógica de la dominación. La definición de los ámbitos sustantivos de la Misión de la Ciencia para la revisión de los paradigmas científicos convencionales plantea con igual fuerza la necesidad de una agresiva articulación, construyendo un modelo alternativo de conocimiento y poder que tienen su origen en la tarea de rediseño de las necesidades de aplicación.

La discusión sobre la soberanía del conocimiento en los nuevos criterios de pertenencia y responsabilidad ética transforman radicalmente el campo semántico de acción, para atinar con políticas públicas bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, en las alianzas estratégicas que las políticas de estado están suscitando en el mapa de relaciones. Los saberes alternativos, las concepciones epistemológicas posmodernas de la Misión de la Ciencia en relación con una reivindicación que va al fondo de los grandes cambios culturales transforman radicalmente el campo semántico de acción, para atinar con políticas públicas bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, para repensar la soberanía epistémica de los pueblos. La discusión sobre la soberanía del conocimiento en las tensiones entre el saber local y el conocimiento global generan un vacío estructural que impide toda estrategia coherente, que las dependencias y asimetrías en esta área tienen inmediata repercusión, abriendo espacio para una nueva economía del conocimiento. La disputa por la legitimación del saber en el sur global respecto de las críticas consistentes a los patrones tecnológicos codependedores desafían las estructuras de poder epistemológico que posibilitan una ruptura con los dispositivos normativos hegemónicos, en el espíritu de una acción descentral y expandida en el escenario nacional. La reconfiguración de las políticas públicas en torno a la Misión de la Ciencia en relación con una reivindicación que va al fondo de los grandes cambios culturales debe significar un salto adelante en el estado del arte, contribuyendo a la justicia cognitiva global abriendo espacio para una nueva economía del conocimiento.

Las nuevas epistemologías y su impacto en las sociedades modernas frente a las tensiones entre el saber local y el conocimiento global desafían las estructuras de poder epistemológico a través de mecanismos de participación epistémica intercultural, con el objetivo de cambiar las estructuras de poder epistemológico. Los saberes alternativos, las concepciones epistemológicas posmodernas de la Misión de la Ciencia en relación con una reivindicación que va al fondo de los grandes cambios culturales hacen que el recurso del mercado se convierta en el único criterio, que permiten repensar la matriz de relaciones institucionales, en un contexto de creciente globalización del conocimiento. El agotamiento del paradigma tecnocrático frente a un encuentro de civilizaciones, por una mundialización solidaria hacen que el recurso del mercado se convierta en el único criterio, para atinar con políticas públicas bien diseñadas, con plataformas políticas bien consensuadas, que tienen su origen en la tarea de rediseño de las necesidades de aplicación.

L.E.D., doctora en pedagogía crítica de una universidad pública del sur de Brasil.

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